Una IP dedicada es una dirección IP privada que sólo está asociada a tu dirección de remitente, lo que te da el control total de tu reputación de remitente.
Obtener una IP dedicada es ideal para remitentes de gran volumen que cumplan los siguientes criterios:
La cuenta tiene al menos un dominio autenticado
La cuenta envía un mínimo de 50.000 correos semanales
Para solicitar una IP dedicada, ponte en contacto con un Gestor de Éxito de Clientes para solicitar una evaluación preliminar para averiguar si tu cuenta se beneficiaría con su propia dirección IP.
Si la evaluación determina que tu cuenta es adecuada para una IP dedicada, nuestro equipo de entregabilidad se encargará de habilitar tu IP.